
La expresión “a gustos, colores | De gustibus non est disputandum” es una adaptación de un antiguo dicho latín popular. Significa como seguramente ya sabéis que cada persona tiene sus propias preferencias y que no tiene sentido discutirlas.
Y adaptación, ya sabemos que es una palabra clave en la mayoría de entornos. También en el mundo del marketing y en todas sus ramas.
Es por ello que debemos ser camaleónicos, pero no para pasar desapercibidos, más bien lo contrario, para destacar.
Y es que en el diseño web y de marca, el color es mucho más que un elemento decorativo: es una herramienta estratégica que impacta directamente en la percepción, la experiencia y las decisiones de los usuarios y consumidores.
La razón es muy sencilla: a pesar que a veces resulte imperceptible, cada color transmite emociones y mensajes específicos, e influye en cómo los visitantes perciben nuestra marca o página web.
Por ejemplo:
- Rojo: transmite pasión, urgencia, energía o advertencia. Es ideal para marcas que buscan transmitir dinamismo y entusiasmo, como Coca-Cola o Netflix.
- Azul: transmite confianza, calma y profesionalidad. Muy usado por empresas tecnológicas y financieras (ej. Facebook, Samsung).
- Verde: transmite naturaleza, frescura, salud y sostenibilidad, perfecto para marcas ecológicas o del sector salud.
- Amarillo: transmite felicidad, energía y optimismo, asociado a marcas vibrantes como McDonaldʼs.
- Negro: transmite sofisticación, lujo y poder, aunque también puede evocar misterio.
La elección consciente de nuestra paleta de colores permite a nuestra marca comunicar nuestros valores fundamentales y conectar emocionalmente con nuestra audiencia.
Por eso, mantener una paleta cromática coherente en todos los canales y elementos online u offline de nuestra marca refuerza su identidad visual, facilitando el reconocimiento y la recordación por parte del público. El color se convierte en un “embajador silencioso” que diferencia nuestra marca de la competencia y que transmite su personalidad.
No se trata solo de colores y formas, se trata sobre todo de transmitir sensaciones.
Puede parecer poco creíble, pero está más que demostrada la influencia que tienen los colores en la toma de decisiones y en la conversión de usuarios.
- Hasta el 90% de la percepción de nuestra marca está relacionada con el color y otros aspectos visuales.
- Un color bien elegido puede transmitir confianza, innovación o lujo, mientras que lo contrario, puede desorientar y debilitar la identidad de nuestra marca.
- Además, el uso estratégico del color en botones y llamadas a la acción puede aumentar las tasas de conversión y guiar la navegación del usuario hacia donde nosotros queremos.
No debemos olvidar que un buen contraste entre texto y fondo mejora la lectura y permite que todas las personas, independientemente de nuestras capacidades, podamos interactuar con el sitio web y obtener una experiencia inclusiva y satisfactoria.
Por último, pero no por ello menos importante, debemos tener en cuenta que el significado de los colores puede variar según la cultura y el contexto. Lo que transmite confianza en un país puede tener otra connotación en otro, por lo que es importante tenerlo en cuenta si diseñamos para audiencias globales.
A continuación, os dejamos algunas recomendaciones para la elección del color en diseño web y en branding:
- Define una paleta cromática alineada con la personalidad y valores de tu marca.
- Mantén la coherencia en todos los elementos y canales de contacto con el usuario.
- Usa contrastes efectivos para mejorar la accesibilidad y la lectura.
- Destaca elementos clave (como botones de acción) con colores llamativos.
- Prueba y analiza el impacto de las combinaciones de colores en la conversión y en la experiencia del usuario.